Asco de medios de comunicación.

Me gusta la política. Me gusta debatir con argumentos sobre cualquier tema con cualquier persona. Tengo bastantes recuerdos de sobremesas familiares y con amistades que enlazan con meriendas, debatiendo sobre cualquier cosa.

Me interesa el debate que intenta aportar luz, que es sincero, que va sin apriorismos, que reconoce errores.

Odio el debate falso, el mentiroso, el interesado o el que por precipitado no contrasta. Es una práctica muy común, primero pones el grito en el cielo sobre un tema, y luego cuando se demuestra que estabas equivocado, o bien miras para otro lado como si contigo no fuese la cosa, o bien con pedir perdón, santas pascuas. Pero el daño ya se ha hecho.

Lo dificil es pensar, contrastar, esperar. En este mundo de la inmediatez ser el primero tiene premio. Aunque luego seas un timo.

Estos días tenemos un ejemplo claro que en moscas en la sopa, se ha explicado muy bien. Sin entrar mucho en el tema, porque ya lo han hecho otros y muy bien, el titular que encabezaba dicha noticia en El País era: "Transgénicos y hormonas causan calvicie y homosexualidad, según Evo Morales"

Rápidamente mucha gente de izquierdas (que son los que me duelen) cargan sus tintas contra el presidente de Bolivia que introdujo por primera vez en dicho país, un artículo en la constitución en la que se prohíbe la discriminación de tipo sexual.

Y lo más dañino, ahora mismo en la sección de internacional de ningún periódico sale la carta que ha mandado el presidente a esta asociación de gays, COLEGA, explicando lo que en realidad quería decir y que explicó muy bien Pascual Serrano antes de salir incluso dicha carta.

Evidentemente son muchos menos los que leeran la carta de rectificación que las famosas declaraciones. El daño ya se ha hecho.

Cuando en el futuro se discuta sobre Evo Morales, los que le atacan recordarán las declaraciones en que decía que si comías pollo te volvías maricón, bueno, homosexual (ya sabemos como van cambiando las cosas con el paso de los días), y cuando alguien quiera hacer alusión a la segunda carta, la persona que recuerda esas declaraciones que leyó en un medio serio, con decir "pues yo esa carta no la leí", se dará por satisfecho.

Efectivamente, el daño ya se habrá conseguido.