miércoles, 2 de noviembre de 2011

La verdadera victoria del PP.

Si IU no consigue frenarlo, parece que el PP puede ganar por mayoría absoluta. Está por ver, porque no se cansa de repetir Cayo Lara, "las urnas aún están vacias."

Pero esa probable mayoría absoluta no va a ser la verdadera victoria del Partido Popular. Su verdadera victoria está siendo otra.

Os pongo en situación: este fin de semana he ido a mi tierra para ver a la familia, ante la previsión de que en próximas fechas va a ser imposible. Estando allí, aproveché para quedar con mis amigos para cenar.

En las muchas conversaciones de todo tipo, pues claro, sale lo típico de estas fechas: elecciones y crisis. Y lo que más me llamó la atención fue un comentario que seguro que os suena "Es que el estado es como una familia, y no puede gastar más de lo que ingresa". Y la sorpresa es que ese argumento venía de una persona que suele mover su voto entre IU y PSOE.

Rajoy y su mariachis llevan repitiendo desde hace meses ese afortunado ejemplo. Todo el mundo lo entiende debido a su sencillez, y ese es el primer paso para asimilar una idea.

Lakoff, en el libro que no me canso de recomendar "No pienses en un elefante", explica que el marco del debate - entendiendo marco como las estructuras mentales que conforman nuestra manera de ver el mundo - son la base para ganar una discusión.

Esa metáfora tan acertada, aunque sea falaz, ha conseguido calar en muchísima gente. Haced la prueba, repetir en público esa frase y veréis como todo el mundo asiente.

Por más que solté la retahíla de datos y argumentos que leo en los blogs de Alberto Garzón, Juan Torres y Vincenç Navarro, no había manera. Estaba jugando dentro del marco que el PP había conseguido soltar y que muchísima gente ha comprado. Procuré hacerle ver que eso no era cierto, que las familias se endeudan de manera habitual para mejorar su posición; compra de una casa o coche, y que mientras el endeudamiento no implique derroche y vaya dentro de unos límites, no hay problema. Nada.

Intenté contrarrestar ese ejemplo, y salirme del marco en el que veía que no conseguía nada, diciendo que un estado no es como una familia, un estado debe endeudarse cuando es necesario para poder hacer políticas sociales o productivistas para mejorar la economía, o para hacer políticas que sirvan para un futuro (carreteras, hospitales, universidades...). Nada.

A medio plazo tenemos una tarea importantísima: estudiar la forma de generar ese tipo de marcos y difundirlos con la misma facilidad que lo hace el enemigo.