martes, 18 de agosto de 2009

Malas explicaciones y correspondientes matizaciones (II)

Siguiendo con el tema de ayer;

2) Un militante un voto:

Cuando se funda IU las decisiones se tomaban en reuniones cupulares y más o menos orgánicas entre los distintos partidos.

Con el tiempo se decidió que cada militante de IU tendría un voto individual en los distintos órganos de IU, dejando así de existir dichas reuniones entre direcciones.

A mí que las decisiones de IU se tomen en los órganos de IU de manera individual me parece bien.

Ahora, que alguien me demuestre que los militantes del PCC o la CUT actúan de manera descoordinada dentro de IU. No conozco sus cauces de participación, y no se cómo toman sus decisiones, pero lo que sí sé es que los miembros de estas organizaciones suelen defender más o menos lo mismo y que suelen votar casi siempre las mismas cosas.

Lo que estoy pidiendo para el PCE es que trabajemos igual. Y que nadie diga que no es lo mismo ni a nivel cualitativo ni cuantitativo, porque el PCC es mayoría en EUiA, y nadie en Cataluña se ha quejado de esto. Se habrán quejado de otras cosas, pero precisamente de esto no.

Entiendo que lo que digo pueda generar cierto miedo, pero para mi esta medida no es una medida aislada, si no que está dentro de un cambio general en las formas de participación política.

Está claro que cuando digo que el PCE debería trabajar de manera unitaria en IU, no me refiero a que cada cosa se tenga que debatir primero en el PCE y luego ir con una posición cerrada y de defensa a ultranza.

Creo en la fuerza del debate, pero entendiendolo desde la perspectiva de escuchar a otras personas y reflexionar sobre sus ideas, y no desde la imposición por una mera cuestión numérica.

Si de mis palabras se entiende que mi apuesta es porque el PCE decida algo, y sus militantes vayan como una apisonadora imponinendo su criterio sin escuchar a nadie, es que me explico fatal. Siempre he criticado esa forma de actuar.

Pero lo que para mí está claro, es que no se puede permitir casos como la famosa asamblea de 2000 donde había, si no recuerdo mal, 3 listas, y todas encabezadas por militantes del PCE. Ahí algo falla.

¿Nos imaginamos un grupo municipal de IU compuesto por 6 personas, y proponiendo a 3 alcaldes distintos, todos del mismo grupo?

El PCE puede decidir que hay que votar en contra de los PGE, y sus militantes deben ir con esa idea, pero si fruto del debate se estudia que la mejor opción es votar en contra, pero presentar enmiendas parciales ¿por qué no rectificar dicha decisión? Luego los militantes del PCE deberán rendir cuentas, y el órgano competente valorará su actuación, pero si no se hace de esta manera,
con mandar un fax por parte del PCE diciendo lo que se ha pensado, sería suficiente.

Creo en el concepto gramsciano de hegemonía, pero en lo que decía Gramsci, no en el mal uso que se suele hacer de dicho término.

2 comentarios:

hugo dijo...

Parece evidente que este punto toca uno de los más difíciles problemas a solucionar en la convivencia de partidos, corrientes e "independientes" en una misma organización política en la que nos sentimos compañeros.

Entiendo claramente que un partido tiene que tener posiciones políticas, líneas de actuación, etc... Si no, deja de ser un partido político para convertirse en una franquicia, que es lo que por desgracia creo yo que es el PCE ahora mismo.
Pero para permitir la convivencia con otros esas líneas marcadas deberían ser lo suficientemente abiertas, flexibles y abstractas como para que los militantes del partido vayan al mps con capacidad de moverse, acordar, etc. De hecho, un militante de IU "independiente" también tiene sus cartas "marcadas": uno llega a una asamblea con una serie de líneas rojas que no quiere cruzar.
Es un problema que exige, sobre todo, inteligencia por parte de todos: no hay una receta fija (un reparto de competencias entre lo que se decide en el partido y lo que se decide en el mps), sino que hará falta que en el partido tengáis la habilidad de adoptar posiciones políticas propias y vinculantes para los que seáis militantes pero que os permitan un amplio margen para que lleguéis a las asambleas y órganos de IU en condiciones similares a las de cualquier otro militante: sin brazos de madera sólo que con unas orientaciones políticas más o menos generales o flexibles acordadas en vuestros órganos.

En definitiva y como resumen por si no se ha entendido lo que quiero: que si en el Comité Central se decide que yo sea Eurodiputado, pongáis la apisonadora a trabajar. Y si no decidís eso, denunciaré la fría y calculada operación de destrucción de IU diseñada desde los cuarteles del cruel Partido Comunista de España.

Pero vamos, eso creo que ya se entendía.

A bloguear dijo...

Es una dicotomía compleja. No te creas que lo tengo tan claro. Cuando militaba en la UJCE para mí estaba tan claro como el agua, pero ahora en el PCE tengo muchísimas más dudas que certezas.

A veces creo que nos hemos pasado de frenada, y que a lo mejor deberíamos adoptar un modelo tipo BNG.

No se, no lo acabo de ver claro por ningún lado.