Tengo pendientes dos artículos sobre la privatización encubierta de la sanidad y la educación madrileña. Son de los que me gustan, con muchos datos que demuestran cosas irrefutables. El de hoy está escrito desde el estómago.
Suelo utilizar la ironía y el humor en mis escritos. Creo firmemente que el socialismo o es divertido, o no es socialismo.
Los que me conoceis ya sabeis que opino que para la vía triste al socialismo ya hay otros.
El de hoy probablemente sea uno de los post menos reflexivos y más enfadados.
Comienzo:
Tengo por ahí unos amigos de mis padres que los considero como unos tios postizos. El componente masculino de esa pareja tenía el corazón algo regular. Hace unos años estuvo bastante mal. Tan mal que tuvieron que hacerle una operación a corazón abierto donde se jugaba la vida.
Esta persona, cuando quiere, es bastante socarrona y es capaz de reirse de su propia muerte. En la última visita que les hice, hace demasiados años para mi gusto, me contó como fue su operación.
Toda la gente de su alrededor estaba muy nerviosa. Él estaba relativamente tranquilo. Cree en Dios y supongo que eso le ayuda en estas situaciones.
Me contó que cuando llegó al quirofano le dijo al médico que le iba a operar, que le operase tranquilo, había dado instrucciones a sus familiares para que si por cualquier tipo de negligencia médica él se quedaba en la mesa de operaciones, no tomasen ningún tipo de acción legal contra nadie. Consideraba que el médico actuaría de buena fe, e intentaría por todos los medios que todo saliese bien. Y si salía mal, bastante sufrimiento tendría el médico como para andar removiendo el asunto.
Entiendo que haya gente que no comparta esta opinión, y que hay negligencias y negligencias, pero a mi me dio mucho que pensar.
Lo que ha pasado con Rayan no tiene nada que ver con una negligencia médica. La historia de su familia no es un hecho aislado. Su abuelo murió en su puesto de trabajo en nuestro pais, despues de haber hecho todo lo posible por intentar traerse a su familia a vivir el sueño europeo.
Su madre ha muerto por una gripe mal diagnósticada y mal tratada. En tres ocasiones visitó urgencias, y en tres ocasiones la mandaron a casa diciendo que estaba bien.
Él ha muerto porque pusieron al cuidado de un bebé debil, a una persona con casi ninguna experiencia en el tratamiento de bebés.
En este error hay distitintos niveles de responsabilidad. Cada uno que apunte al que quiera. Para mí la máxima responsable es la persona que a través de sus políticas permite que en una Unidad de Cuidados Intensivos, la mitad del personal sea eventual y una enfermera, como la que erró, se pueda quedar sin supervisión en su primer día en la UCI.
El Partido Popular dice que la gestión privada de los hospitales permite ahorrar costes. Esos costes, como podemos comprobar, suele venir a través del ahorro en personal y materiales.
Ahora ha salido a la luz pública un caso de los muchos que hay, de muertos por la precariedad que sufren los hospitales madrileños.
Y aquí son culpables todos los que están privatizando la sanidad, como los que votaron a favor de la ley 15/97 que permite la gestión privada de la sanidad.
Es el momento de que algunos se rasguen las vestiduras, critiequen este hecho, y se lamenten.
A la vez, es el momento de actuar para que dentro de unos años, los que han privatizado la sanidad por acción u omisión, sean castigados.
Está en nustras manos.
martes, 14 de julio de 2009
Sanidad madrileña
Etiquetas:
comunidad de madrid,
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privatizaciones,
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3 comentarios:
Muy sabio tu "tío". Yo suelo comentar el gravísimo daño que ha hecho la posibilidad de demandar a los médicos: ahora muchos de ellos en vez de intentar curar tratan de asegurarse que no se les pueda llevar al talego aunque lo que se gane en seguridad se pueda perder en eficacia.
Me cago en los protocolos.
Muy sabio tu "tío". Yo suelo comentar el gravísimo daño que ha hecho la posibilidad de demandar a los médicos: ahora muchos de ellos en vez de intentar curar tratan de asegurarse que no se les pueda llevar al talego aunque lo que se gane en seguridad se pueda perder en eficacia.
Me cago en los protocolos.
A mi esa conversación, te digo en serio que me cambio la forma de ver todo el tema médico.
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