viernes, 11 de junio de 2010

Un post muy personal

Me voy a permitir un cambio de registro en el blog. Voy a volver a escribir en un tono más personal que político. Eso sí, voy a hablar de política.

El miercoles entré a trabajar como siempre a las 8:00 de la mañana, pero salí a las 21:30. No es habitual, pero a veces me toca.

Cuando ocurren estas situaciones, el día siguiente suelo entrar algo más tarde.

Jueves a las 8:30 de la mañana. Estoy entrando en Marques de Vadillo para ir al trabajo. Me cruzo con un latinoamericano de rasgos marcados y estétitca habitual - moreno, bajito, mochila, vaqueros... - iba con la mirada perdida, cabeza gacha y a un ritmo normal. Él tomaba la dirección contraria a la mía, es decir, la de salida. Según le vi, no sé por qué, me fijé en él. De estas cosas que te pasan que te fijas en alguien en el metro porque sí.

Pensé que o bien venía a trabajar al barrio (cosa extraña) o bien que venía de trabajar y se disponía a ir a su casa.

Al atravesar la puerta de entrada, veo a un policía nacional con guantes, paso firme y ligeramente acelerado. No corría, pero iba rápido.

Tuve un presentimiento, así que me detuve.

Mis sospechas se confirmaron, no sé por qué pero el policía paró al latinoamericano, que puso cara de no entender qué estaba pasando.

En esas, un chaval de unos 17-18 años con estética adolescente rebelde (despeinado, media melena, camiseta de algún grupo que no recuerdo) se paró entre el policía y yo y gritó bien alto mirandome a mí, que era el único que se había parado, pero dirigiéndose a todo el mundo:

- Tened claro que así es como tratan a los inmigrantes. Le están pidiendo los papeles sólo por ser inmigrante.

Asentí con la cabeza, mientras recordaba que un colega mio me estuvo explicando que él participaba en un grupo que denunciaba estas cosas.

Se me hacía tarde, y aunque el cuerpo me pedía ir allí al lado del policía con el chaval rebelde, no tenía nada claro qué podía/debía hacer. Pensé que iba a entorpecer más que ayudar, y lo más que podía conseguir era enfadar al policía, que seguro que no se desahogaría conmigo.

Me fui a trabajar, y el chaval rebelde al instituto, la universidad o donde sea.

Desde ayer tengo una mezcla de sentimientos; rabia por la injusticia vivida tan de cerca, culpabilidad por no haber hecho nada y melancolía por la cara del inmigrante de no entender por qué le estaban parando a él.




11 comentarios:

enchuef dijo...

Es una verguenza lo que está pasando.

En Madrid y otras ciudades la polícia se dedica a realizar controles a todas aquellas personas que parezcan migrantes por el único hecho de serlo

No tener papeles es una mera infracción amdinistrativa, tan dura comko no poner el intermitente.

Lo malo es que no solo termina ahí. El Gobierno de facto a eliminado la posibilidad del arraigo social (una forma de obtención de permisos de residencia si se demuiestra "integración", tres años de estancia y contratod e trabajo)

Cae el muro de berlin, pero ponems otros, en ceuta, melilla, arizona y los barrios de Madrid.

En los noventa se decía que la lucha de clases había muerto. La lucha de clases existe, pero la estamos perdiendo.

javierM dijo...

Amigo...

Nos parece que Arizona está tan lejos, cuando sólo es una estación de metro más.

Lo de este gobierno es de canallas.

Anónimo dijo...

y esto le ocurre también, amigo mío, a aquellos que vienen de esos países que tantos republicanos acogieron huyendo de la horda fascista que asoló España.

mierda de socialistas, solo les falta colocarles un brazalete amarillo para facilitar el trabajo del que nunca se ensucia las manos porque lleva guantes.


mierda, mierda y mierda.

mitxel

Juan dijo...

Es algo generalizado. Aquí en Valladolid conocemos casos en los que les esperan a la salida de centros de asesoramiento legal que ofrecen algunas asociaciones de vecinos. Desde hace unos meses, una veintena de colectivos organizamos periódicamente "círculos de silencio" para denunciar el acoso policial a la gente extranjera. Están saliendo bien, van doscientas personas fácilmente (poco menos que el otro día a la concentración de la huelga del sector público) desde organizaciones tipo Cáritas hasta la CNT.

No te sientas culpable, como has dicho, fácilmente solo le hubieras encabronado más y lo hubiera pagado con el otro. Las respuestas, como bien sabes, tienen que ser colectivas. Hay que meterles presión, que sepan que no hay impunidad, al menos en cuanto a opinión pública.

Anónimo dijo...

¿Alguien sabe cómo se puede ayudar al inmigrante si presencias algo así?

Hugo Martínez Abarca dijo...

Juan, estaría bien que un día nos cuentes cómo funcionan esos "círculos de silencio"

Anónimo dijo...

para anónimo que pregunta cómo ayudar a un inmigrante en esa situación:

existe una fórmula ya ensayada por la resistencia ante los perros de las SS, pero es inconstitucional.

mitxel

Ignacio Blanco dijo...

Viul, creo que lo mismo hemos visto y sentido alguna vez todos. El otro día presencié como una inmigrante era socorrida por la policía después de haber sufrido un desmayo haciendo deporte, y me quedé con la duda de si tendría papeles o el auxilio podría acabar convirtiéndose en algo peor... ¡Y le llaman a esto democracia!

Ignacio Blanco dijo...

Noticia de hoy: http://www.levante-emv.com/valencia/2010/06/12/policia-arresta-cinco-inmigrantes-descanso-curso-generalitat/713898.html

Javi dijo...

Como dice Ignacio, una sensación muy personal pero que nos ha pasado a todos!

Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

En esta página hay una serie de recomendaciones sobre lo que se puede hacer en el caso de encontrarte con una identificación racista.

http://www.transfronterizo.net/spip.php?article150