¿Qué valoración haces del trabajo del Partido en Madrid durante los últimos cuatro años?
El PCM, junto al PCE en el conjunto del Estado, ha recuperado un espacio social que nunca debería haber perdido. La mayor presencia y visibilidad de los comunistas en las movilizaciones, las plataformas sociales y el movimiento republicano son datos positivos en cualquier valoración objetiva.
Al mismo tiempo no hemos sido capaces de enfrentar con una respuesta masiva la crisis capitalista, que ha sacudido a la clase obrera y a los sectores populares de nuestra comunidad con especial virulencia con las políticas neoliberales de Esperanza Aguirre y el gobierno central. Sin duda que la responsabilidad no es solo del PCM, pero más allá de organizar un conjunto de actos públicos, la incapacidad para impulsar en el movimiento obrero y los distintos espacios unitarios una movilización social contra la crisis, es un dato negativo que debería hacernos reflexionar.
Desde hace tres años se vive una situación de tensión en el PCM, ¿crees que la dirección ha hecho todo lo posible para solucionarlo?
Desde la dirección, que somos todas las personas que hemos asumido la responsabilidad de formar parte de los órganos, deberíamos haber neutralizado las tensiones, siempre presentes en toda fuerza política, con iniciativa y evitando la interiorización. No lo hemos hecho y es evidente que la responsabilidad, aunque colectiva, no es la misma en todos sus componentes. Sin embargo, la peor opción en este momento sería enzarzarnos, al valorar la gestión y el trabajo de los últimos años, en enfrentamientos estériles, que sólo añadirían más confusión a la situación actual y nos restaría capacidad de respuesta en un momento tan decisivo; cómo se celebre el congreso del PCM será fundamental para abordar la construcción de un conjunto de estrategias de trabajo que nos permitan salir fortalecidos y con ánimo de combate para las tareas que se avecinan.
¿Cual es la situación actual el PCM y qué tareas principales deberá abordar el Partido después del Congreso?
El PCM tiene fuerzas suficientes para asumir tareas ambiciosas. A veces un funcionamiento poco transparente e ineficaz ha impedido una mayor identificación del conjunto de la militancia, la participación masiva en las actividades y la elaboración colectiva de las iniciativas. Necesitamos el fortalecimiento de las organizaciones de base, acompañada con una política de cuadros y formación que aumente el potencial de los comunistas madrileños para una práctica política transformadora real.
Tenemos un reto inmediato: preparar una huelga general en nuestra Comunidad Autónoma, cuyo éxito dependerá del trabajo concreto de organización y movilización que se desarrolle desde cada empresa, así como en las localidades y los barrios. Cuando insistimos en la centralidad del conflicto capital trabajo, nos referimos a la necesidad de articular nuestra alternativa en torno a este eje, tanto en lo programático como en lo organizativo. Por eso, para preparar la huelga general, tenemos que ser capaces de organizar nuestra presencia en los centros de trabajo y mantener una política coordinada en el movimiento obrero. Debemos tener en cuenta que el movimiento obrero se desarrolla en la actualidad también sobre el territorio, por lo que es preciso dinamizar espacios unitarios de participación (asambleas de personas desempleadas, plataformas contra crisis…).
El otro reto más inmediato es la refundación de la izquierda, con la que se trataría de diseñar una estrategia de acumulación de fuerzas desde distintos movimientos políticos y sociales que nos permita construir en Madrid la hegemonía necesaria para una transformación social que se encamine hacia el socialismo. Este proceso nos permitirá superar la concepción de la izquierda subalterna al PSOE, no limitándonos a luchar por un simple cambio de gobierno sino por una alternativa global al sistema, que se traduciría en un proceso constituyente que tenga como resultado la tercera república y la democracia participativa. Tal y como está planteado en IU, esta tarea no se agota con la celebración de una asamblea, es un proceso a largo plazo en el que debemos demostrar nuestra capacidad de diálogo y convencimiento para incorporar nuevos sectores organizados.
¿Qué papel debe jugar el PCM en la reconstrucción del Partido Comunista de España?
Trasladar a Madrid el impulso que ha supuesto el XVIII congreso del PCE, con la tarea de profundizar en su reconstrucción, no como una consigna coyuntural, sino como una necesidad que debe ser abordada de forma sostenida en el conjunto de las agrupaciones y frentes de trabajo. En el XVIII congreso hemos realizado los análisis sobre la realidad española y las propuestas de acción para los próximos años; los documentos aportados para el octavo congreso del PCM son un buen instrumento para concretar nuestra contribución en este proceso. El PCM, como federación madrileña del PCE, debe trabajar en estrecha coordinación con la dirección, asumiendo y desarrollando las tareas que nos correspondan en la estrategia global.
¿Como se está desarrollando el proceso congresual?
El desarrollo del octavo congreso viene lastrado por desconfianzas y formas de trabajo en la dirección que no ayudan a afrontar las tareas ambiciosas que nos proponemos en los documentos. A pesar de lo anterior, se ha desarrollado un buen debate político en las agrupaciones y se va alcanzando un amplio consenso sobre la política y la necesidad de un cambio en el PCM, lo que nos permitirá en esta recta final corregir el exceso de crispación e interiorización.
¿Sería posible una lista de consenso en el inminente Congreso? Si es así, ¿bajo que condiciones?
El fortalecimiento del PCM debe ser un proceso colectivo, en el que no sobra ni se puede prescindir de nadie, y en el que el conjunto de la militancia y la dirección saliente debemos demostrar altura de miras. A pesar de las dificultades es posible alcanzar un consenso amplio y una lista única. Las dos únicas condiciones son la aceptación de la política que representa el XVIII Congreso del PCE y la necesidad de un cambio para el impulso que necesita el PCM.
3 comentarios:
Mucho ánimo, si te quedan ganas hoy mojito y reincidentes en las fiestas de Hortaleza
yo creo que los cargos había que sortearlos.
sé que ustedes no me toman en serio.
pero insisto.
mitxel
Mitxel, yo sí te tomo en serio: en Grecias las magistraturas se sorteban (las que no requerían mayor conocimiento técnico, tipo ser el que hace el censo -para hacer el Partenón había que ser arquitecto, claro, eso no se puede sortear-). Si todos somos iguales, ¿por qué no sortearlo? Eso es la democracia en estado puro, el sorteo, y no la elección (la elección es introducir la aristrocracia -el gobierno de los mejores- en la democracia) ;-)
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