martes, 12 de abril de 2011

El PSOE empieza a darme bastante asco

Otra vez me ha vuelto a pasar.

En Junio del año pasado me encontré con una identificación racista en el barrio.

El sabado, cuando iba a la dormida de sol para reivindicar los derechos de la gente sin hogar, en el metro de Marqués de Vadillo me volví a encontrar con otra. No ha sido la única, a veces cuando voy con el coche de prácticas veo policias nacionales hablando con personas. En el 100% de lo que he visto, gente de color distinto al nuestro. Generalmente negros/as y marrones. Nunca he visto a nadie que tenga un color de piel como el mio, tirando a blanco.

Pero el sabado volví a sentir la misma sensación. Mientras entraba con mi saco de dormir y mi esterilla, y delante mía iban veinteañeros/as con botellas de alcohol pegando voces, a un tio latinoamericano, fornido, con dos pendientes y una gorra, le pararon. Le pidieron su identificación. Le preguntaron quien era la mujer que aparecía en uno de sus papeles.

Me paré. Les miré. Ni se inmutaron. Esperé a que terminasen con este chaval. Unos 30 años debía tener. Le pregunté:

- ¿Por qué te han parado?
- No lo se.
- ¿Qué te han preguntado?
- Que quien era la mujer que aparecía en mis papeles. Es mi mujer.

Sonrió con una mueca que interpreté como un "¿En serio te sorprende?"

Íbamos en la misma dirección. Coincidimos en el vagón.

Le estuve observando todo el rato. Iba distraído. Abstraído. Supongo que pensando en lo que acababa de ocurrir. No sé si el chaval era un ladrón, o un trabajador honrado. Lo que sí sabíamos los dos es que le habían parado por ser inmigrante.

Esa policía recibe órdenes. Su jefe superior es Rubalcaba, o en su defecto, delegación del gobierno. La hasta hace unos días, delegada del gobierno en Madrid es Amparo Valcarce, flamante fichaje de Tomás Gomez. Va de número dos a las listas de la comunidad.

Estas identificaciones no pueden más que recordarme a las que sufrían los judíos en la Alemania Nazi. O las que se sufría en España cuando se sospechaba de algún rojo.

Son detenciones que buscan amedrentar, hacerse sentir incomodo a alguien por su lugar de origen y el color de su piel. Esa política policial es típica de la derecha más ultra. Se hace en paises como Italia o Francia donde gobiernan los dirigentes más de derechas desde la segunda guerra mundial.

Cayo Lara suele decir que el PSOE es débil frente a los poderosos, pero poderoso frente a los débiles.

Como para casi todo en la vida, hay grados. La inmigración es uno de los sectores más débiles de nuestra sociedad, y la actuación que describo, es una muestra de la fortaleza del estado.

Da asco que alguien actúe así.

4 comentarios:

El titán dijo...

Por eso a mi el futuro empieza a darme miedo.

Javi dijo...

Habría que ponerse super serios con el tema este de las identificaciones racistas. Un abrazo!

Javi.

A bloguear dijo...

No es para menos.

Anónimo dijo...

SAQUEMOS A LOS SOCIALISTAS DE ESPAÑA SE LA ESTAN CARGANDO,DEBERIAN DESAPARECER IGUAL QUE LOS COMUNISTAS,ESTA GENTE QUE APOYA A FIDEL CASTRO,OJALA VIVIESEN EN CUBA COMO LOS CUBANOS SE LES IBA A ACABAR LAS GILLIPOLLECES.
SALVEMOS A ESPAÑA "UN INMIGRANTE DE CUBA"