En 1999 ocurrió un hecho del que no se sabía la trascendencia que iba a tener; Hugo Chavez ganaba las elecciones en Venezuela, un país donde el bipartidismo estaba institucionalizado hasta la médula.
Nada volvió a ser igual.
Desde la izquierda europea había muchas dudas, había dado un golpe de estado en 1992 que fracasó. Su campaña, la que le llevo a la victoria en el 99, se basó en dos ejes fundamentales: lucha contra la corrupción y defensa de los intereses nacionales frente al imperialismo.
Hizo tímidas reformas que provocaron un golpe de estado por parte de la derecha venezolana e internacional (gobiernos de EEUU y España participaron activamente) en 2002. Dicho golpe, fue parado por un sector importante del ejercito, y una mayoría abrumadora de la sociedad civil.
Estos dos hechos marcaron un antes y un después en latinoamérica.
En 2003 gana las elecciones en Brasil Lula, bajo el paraguas el Partido de los Trabajadores. El mismo año que Kichner ganó en Argentina.
En 2005 Tabaré Vazquez ganó en Uruguay con una coalición que rompía el bipartidismo.
En 2006 Evo Morales hace lo propio en Bolivia. Seguido en 2007 de Daniel Ortega en Nicaragua.
Paraguay, Chile, Ecuador... multitud de países cambiaban sus gobiernos por candidatos que escapaban al control de Washington.
Sin duda la guerra de Irak emprendida por Bush hizo que todo el esfuerzo militar y de política internacional se centrase en este frente, abandonando latinoamerica. En cuanto el pueblo latinoamericano pudo ejercer sin tutelas, con total libertad, su derecho a elegir, el rumbo de este continente cambió.
El sur de este continente ha sido el patio trasero de los EEUU, poniendo y quitando gobiernos a su antojo, sirviendo de pruebas económicas que se han demostrado inviables, y esquilmando sus riquezas para mantener el "american way of life".
Ayer la reacción ecuatoriana intentó cambiar por la fuerza lo que el pueblo había decidido. La diferencia con el Chile de Allende, o cualquier otro país donde ha habido golpes de estado, es que hoy en día la mayoría de gobiernos latinoamericanos están en contra de las injerencias del norte.
No me simpatizan especialmente el gobierno argentino, nicaragüense, brasileño... pero manteniendo mis diferencias, hoy en día es mucho más difícil que existan golpes de estado porque la mayoría de países del entorno ya no sirven de bases militares para apoyar dichos golpes.
Hoy latinoamérica es mucho más libre, y EEUU está mucho más debilitada. No soy de hacer futuribles, pero teniendo al ejercito y al pueblo de su parte, es muy dificil que triunfe el golpe de estado en Ecuador.
Latinoamérica ha decidido su camino, y no va a dejar que nadie le vuelva a decir cual es.
1 comentario:
Muy bien, lo comparto en facebook.
Salud y revolución!
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