martes, 3 de mayo de 2011

Vuelve la ley del mas fuerte

Según vemos en las películas de vaqueros del far west, cualquier tipo de disputa podía terminar dirimiendose a tiros. El más rápido, el más espabilado, el que mejor puntería tuviese o el que mejor arma hubiese conseguido, era el que ganaba esas disputas.

A veces salían jueces, pero pocas con poder para tomar decisiones que sirviesen para algo.

Se supone que con el paso de los años, alguien pensaría que esto era una salvajada, que las cosas no se pueden arreglar a tiros, y que no podía ganar siempre el que mejores cualidades tuviese. O recursos, que sin tener ni idea de armas, por lo que he visto en alguna película, no todos los revólveres eran iguales. Y supongo que un niño de papá tendría más tiempo para practicar con su pistola, que un vaquero o un granjero.

En esas refriegas murió mucha gente inocente, por errores, malos entendidos, etc. Así que en algún momento se llegó a algún tipo de convención social mediante la cual, para encontrar a alguien culpable de algo, hacían falta una serie de cosas: juicio justo, defensa, pruebas, mismas reglas, etc.

De esta manera, en teoría, no salía indemne quien tuviese mejor arma o puntería, si no quien demostrase su inocencia. Con el tiempo los niños de papá cambiaron su gran revolver por un equipo de abogados, y los vaqueros y agricultores sus pistolas mal calibradas por abogados de oficio, pero eso es otro cantar.

En el último siglo distintos gobiernos han mantenido guerras sucias contra grupos o personas. Independientemente de quien tuviese razón, siempre se intentaban mantener en secreto porque la opinión pública rechazaba ese tipo de acciones. El estado tenía la obligación de ser escrupuloso con las reglas del juego y la ciudadanía estaba vigilante. Siempre había sectores que los medios les daba igual si se cumplían sus fines. Pero eran minoría.

Con el asesinato de Bin Laden (en caso de que se confirme de alguna manera fidedigna), gana la doctrina Bush: EEUU es el sheriff del mundo, y puede y debe actuar allí donde le plazca en la defensa de lo que el sheriff considere. Ahora la parte se convierte en arbitro. Ya no hay ningún supuesto ente imparcial que basándose en un consenso general - tampoco vamos a tratar ahora cómo se consiguen esos consensos - intente dictaminar justicia. Ahora, vuelve a ganar el que tenga más y mejor armamento y esté más y mejor adiestrado.

Lo que ha hecho Obama (premio nobel de la paz) tiene nombre, y es asesinato de estado. Antes la opinión pública general lo lamentaba, ahora lo jalea.

La traca final viene de nuestras tierras. PP y PSOE, se juntan - en esto también - para hacer de mariachis al poder estaounidense, santificando el asesinato de estado. Ni un lamento por la ausencia de juicio justo. Incluso alguien ha llegado a decir que por fín se ha hecho justicia.

Si el ejercito de EEUU entró en la guarida (ahora los chalés son guaridas en cuevas remotas) y mató no solo a Bin Laden, sino a todos los que allí se encontraban ¿En qué se diferencia de otro tipo de asesinos o grupos terroristas?




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu post, tienes toda la razón, ni presunción de inocencia, ni juicio justo, nada. Ley del Talión.

Tiene gracia lo del "asesinato de Bin Laden (en caso de que se confirme de alguna manera fidedigna)" es difícil de entender lo de tirar el cadaver al mar

Anónimo dijo...

que no les engañen.
Bin Laden sigue vivo.
si no, ya verán cómo aparece en plan indepeniente en las próximas siglas de la izquierda abertzale.

bueno, o algo así dirá el Supremo (no confundir con las Supremas de Móstoles, aunque las resoluciones judiciales llamen a dicha confusión).

mitxel