jueves, 9 de diciembre de 2010

Wikileaks

Este es un tema complejo donde los haya, y como tal hay que tratarlo. No creo que sea conveniente encumbrar como heroes a Wikilieaks o a su cara visible Juliane Assange, ni como villanos enviados del imperialismo para realizar una explosión controlada.

Llama la atención que esta organización se escude en las empresas más importantes de comunicación para revelar sus informaciones. Esto no parece ir muy en favor de la democratización de la información que tanto pregonan. Pero tampoco podemos obviar el mundo en el que vivimos. Si vas a dar información que revela que quien verdaderamente está gobernando sobre nuestro presente y futuro (La denominada Ley Sinde contra las descargas en la red, ya sabemos que fue promovida por EEUU para mantener los intereses comerciales de la industria musical y cinematográfica de este país) es una potencia extranjera, y quieres que tenga el máximo impacto y la máxima difusión, la mejor manera de hacerlo es a través de exclusivas y desde medios que tienen cierto prestigio social. No digo profesional, sino social.

No cabe ninguna duda que los medios que están publicandolo, aplican su propio filtro. Vamos, que ya lo han dicho ellos bajo esta ambigua fórmula: "Únicamente serán publicados aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la seguridad de personas o de países".

Pero todo esto hay que leerlo tal y como es, filtraciones (intencionadas o no) de documentación secreta de embajadas de Estados Unidos. Ni más ni menos.

Todo lo que está saliendo son opiniones de funcionarios de la primera potencia mundial, sobre personas y situaciones de terceros países. Por tanto, no es lo mismo opinar que tal persona está loca, o que tiene contactos con X, a ver documentos donde se dan resúmenes de reuniones que nadie desmiente.

Voy a ser claro. No es lo mismo decir que Ortega está loco, o que recibe dinero de Venezuela, o que los funcionarios le temen, a reconocer que EEUU hizo todo lo posible para que el gobierno promoviese la actual ley antidescargas.

Si se leen los dos enlaces con atención se puede observar con un mínimo analisis, que el primero está lleno de conjeturas y subjetividades, y que en el segundo se habla de reuniones de funcionarios norteamericanos con destacados líderes de nuestro país.

Aún es pronto para tomar una posición clara sobre este tema. Hay que tener en cuenta que El País es un medio que no le escuece mentir, ni manipular. Por lo que de una suposición de un funcionario, este grupo de comunicación puede hacer un titular tendencioso y malintencionado a más no poder.

Hay debe estar nuestra capacidad para saber qué parte de lo que leemos es objetivo y qué es subjetivo, y no dejarnos llevar por los titulares ni los filtros de los grandes medios de comunicación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya, pero como comentábamos tu y yo ayer los grandes medios de comunicación siguen cumpliendo su función de adoctrinamiento político y de creación de opinión pública sobre lo que interese en cada momento.
Que curioso que los malos siguen siendo los de siempre: Cuba, Venezuela, Irán,..... y que de según qué cosas no se hable de lo principal sino de aspectos mas secundarios (ejemplo: Marruecos y su rey corrupto y no Marruecos y su violación de DD.HH., en sus cárceles, en el Sáhara).
Da la impresión de que tanta medida para todo parece a su vez muy medido.