El senador Iñaki Anasagasti, escribió en su blog un artículo haciendo una crítica, desde mi punto de vista muy ligera, y al hombre le han dado palos hasta en el carné de identidad. Hacía tiempo que no veía un ataque tan desproporcionado. Debe ser que esta crítica les ha dolido más a los monarquicos (y supongo que a los juancarlistas) por ser un hombre de derechas de toda la vida. O de centro, no lo tengo claro.
Anasagasti siempre me ha parecido un muy buen parlamentario, cuando era portavoz del PNV en el congreso, recuerdo que sus intervenciones junto con las de Julio Anguita eran las que más me gustaban. Bien es cierto, que como es lógico, no solía coincidir en casi nada con lo que decía, pero solía ser respetuoso, ingenioso y en general muy didáctico.
No tengo intención de escribir una oda a Iñaki ni nada por el estilo, pero de toda esta historia ha habido algo que me ha llamado la atención. En un fragmento de su artículo dice:
Se me dice que es mejor eso a que el presidente sea Aznar y les contesto que si lo fuera Aznar sería por el voto popular y a este lo puso ahí Franco, un general asesino y golpista y que al cabo de cinco años a Aznar se le mandaría a casa y a estos a lo sumo, solo se les puede hacer una caricatura...Me ha llamado la atención porque en una charla sobre algo relacionado con la república, de la que ni recuerdo el lugar, ni el sitio, ni el momento, ni el motivo, Anguita dijo que nuestra apuesta por la república no se trataba de quedarnos en el mero cuestionamiento de la figura del jefe del estado. Nuestra apuesta no es sólamente por poder elegir ese cargo. El modelo de EEUU, el francés o el italiano lo permiten, y no son un ejemplo a seguir desde mi punto de vista.
Que nadie se lleve a engaño, nuestra apuesta por la Tercera no se limita a elegir al jefe del estado(si es que decidimos que tiene que existir), es una apuesta por la democracia participativa, donde lo económico no primer sobre lo social, donde la gente pueda decidir su propio futuro, donde los cargos públicos no cobren lo cobran hoy, donde no haya censura, donde la policía no torture por portar una bandera repúblicana...
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