martes, 16 de marzo de 2010

Contra el consenso institucional

Lo que más me molestaba de Rosa Aguilar - que no lo único - era que en muchas de sus intervenciones públicas, y sobre todo en el espacio que tenía en La Ventana de la Cadena Ser, solía terminar diciendo "contando con el consenso de todas las fuerzas políticas".

Ya podía ser reforma laboral, ley de lo que tocase, debate presupuestario, o lo que sea, que siempre terminaba con la susodicha frase. No era la única, pero me molestaba especialmente por ser una dirigente de IU.

Un comentario habitual en los debates de taberna suele ser "que se pongan de acuerdo y dejen de discutir por todo", refiriendose a los cargos públicos que corresponda.

Se ha instalado la idea de que la gente en las instituciones debería estar ahí para ponerse de acuerdo en lo que sería mejor para todos.

Nada más lejos de la realidad.

Los representantes de las instituciones deben estar ahí para defender unos intereses, la independecia, la republica, la monarquía, el socialismo o el sumsun corda. Y deben ser fieles a sus ideas.

Si yo no fuese militante de una organización política, como ciudadano que vota, lo que tengo que exigir a los que voto es que defiendan el programa, la política por la que he votado. En lo que se puedan poner de acuerdo, bienvenido sea, pero sin renunciar a las grandes lineas estratégicas. Puede haber un acuerdo puntual en el que tengas que ceder algo, pero el consenso en sí mismo no significa nada.

Las instituciones son una muestra más de la lucha de clases, y como tal, están para dar la batalla. El consenso queda muy bien en determinados medios de comunicación, pero no siempre favorecen a la mayoría. En nuestro país tenemos muchos ejemplos de consenso mayoritario que han sido lesivos para los derechos de los trabajadores: transición, pactos de la moncloa, pacto de Toledo...

Cuando alguien diga que algo deber ser aprobado con el consenso de todas las fuerzas políticas, nosotros debemos responder "sin renunciar a nuestro programa, que es para lo que nos han votado".

1 comentario:

Domin dijo...

Bien Viul:

Yo estoy seriamente preocupado por aquello de que las cosas tengan que tener "sentido común" cuando, como decía Gramsci, el "sentido común" es un enemigo de la política.

En fin, creo que el asunto está claro y el otro día lo decía Llamazares muy bien en una conferencia en Valladolid. Existe un interés enorme en acabar con la Política y únicamente de llegar a Pactos: pacto económico, pacto educativo... etc, etc, etc...