El linchamiento mediatico que ha sufrido Willy Toledo ha sido el normal.
Si somos rigurosos, no podemos decir que ha sido desmesurado ni nada por el estilo.
En este país ha habido un crecimiento de los medios de comunicación y propaganda de derechas, que no se ha correspondido desde el otro lado.
Hace 10 años, en las tertulias radiofónicas había gente del PP, del PSOE, de IU y de otras fuerzas políticas. Había debates.
Marcelino Camacho escribía de vez en cuando en ABC, en El Mundo tenía una columna diaria
Javier Ortíz, en El País tenía un artículo - creo recordar que era semanal - Manuel Vazquez Montalban. Si no me falla la memoria, en la Cope estaba Antonio Romero, en Onda Cero Pablo Castellano, y creo que en Radio Nacional Victor Rios, dirigentes de IU.
Había discrepancias. Las posiciones de izquierdas solían ser minoritarias, pero existían.
Desde que Aznar llegó a la moncloa, tuvo claro que tenía que montar un emporio mediatico para apoyar su visión del mundo. El encargado de ese trabajo fue Miguel Ángel Rodriguez, un tío que hizo muy bien su trabajo, con el apoyo inicial de Telefónica, y un complejo entramado empresarial.
Con el nacimiento de la Televisión Digital Terrestre, y las nuevas licencias que se han dado tanto en radio como en televisión, el crecimiento por la derecha ha sido desigual. Sobre todo en la Comunidad de Madrid.
En la TDT madrileña podemos ver intereconomia (ultraderecha), libertad digital (ultraderecha), popular TV (derecha ultracatólica), VEOTV (El Mundo) y alguna más con menor contenido informativo, pero culturalmente escorado sin tapujos a la derecha.
En internet el crecimiento ha sido parejo.
Para contrarestar, el PSOE habiendo descuidado este ámbito, tambien ha aumentado su presencia con la sexta, público, y todo lo relacionado con el grupo prisa.
Esto ha hecho que hoy en día el nivel de calidad informativo haya caido brutalmente. La pluralidad ha desaparecido.
Hoy no existen los debates, existen las tertulias de colegas. Sobre los grandes temas, hay un consenso general en los debates, y no se busca la confrontación de ideas. Las posiciones de izquierdas han sido silenciadas.
En los medios de derechas solo se dan tertulias, con tertulianos que compiten a ver quien dice la burrada más grande contra el gobierno: golpista, bolchevique, intervencionista, comunista... Todo vale mientras no se disienta del actual establishment
En el resto (quitando público), solo se oye a gente que defiende al gobierno desde posiciones de derecha económica y liberales en lo social, y gente crítica desde la derecha moderada.
En los grandes temas de estado, están todos de acuerdo: monarquía buena, impuestos malos, gasto social negativo, sindicatos malos...
El linchamiento que ha sufrido Willy Toledo, ha sido similar al que han recibido otros trabajadores de la cultura cuando han defendido posiciones, incluso mucho más moderadas.
La pena es que el apoyo a Willy Toledo haya sido tan escaso. La defensa que debía haber recibido no era sobre el contenido de sus afirmaciones (con las que yo estoy de acuerdo), si no sobre el hecho de que esa persona tenía derecho a decir lo que le viniese en gana, y sobre el hecho de reproducir fielmente sus declaraciones. Sin tergiversaciones ni mentiras, ni engaños, ni bajezas.
El problema es que la izquierda no posee un gran medio de comunicación. Tenemos tantos como la derecha, pero con mucha menor influencia.
Para convertirnos en una autentica alternativa de poder, tenemos que trabajar en el ámbito comunicativo, reforzando la calidad y difusión de los medios que intentan dar una visión distinta de la realidad.
Mientas no demos esa batalla de manera seria, organiza y real, estaremos perdidos.